Seguro que, en muchas ocasiones, has oído el dicho de que «La Esperanza es lo último que se pierde». Pero, ¿sabes de dónde sale este dicho? ¿Quieres conocer sus orígenes y cuál es la historia que hay detrás de él? Nosotros te lo contamos todo para que puedas disfrutar de una gran historia.
La Esperanza es lo último que se pierde
Según la historia que hay detrás de este dicho, los Dioses y los humanos convivían en paz los unos con los otros y en el mismo espacio. Sin embargo, los Dioses eran los que solían llevarse siempre lo mejor. Y, el resto, era para los mortales. Pero, como siempre, hay un héroe y, en este caso, se trata de Prometeo.
Prometeo hizo un juego para que en uno de los banquetes, los morales se pudieran llevar las mejores carnes y engaño a los Dioses. Estos, no tardaron en darse cuenta del engaño y desterraron a los mortales a vivir lejos de ellos. Pero, Promete, hijo de uno de los Dioses más poderosos, siempre buscaba la forma de dar lo mejor a sus apreciados humanos. Y, en esta ocasión, les robo el fuego a los Dioses para entrengarselo a ellos. Esto, sin duda, puso en cólera a Zeus, quien resolvió que se debía castigar a Prometeo.
Para ello, los Dioses crearon una mujer con grandes semejanzas a las diosas del Olimpo. Su nombre era Pandora y, la mandaron a casa de Prometeo. Este se casó con ella, pese a las muchas veces que su hermano, Epimeteo, le había desaconsejado este paso. Pero, Prometeo, siguió adelante.
Un buen día, ya casados, Pandora encontró una caja muy especial. Esta caja contenía todos los males que podían perjudicar a los humanos. Ella, no se pudo resistir a abrir dicha caja y todos los males empezaron a salir de ella. Trató de cerrar rápidamente la caja, pero fue tarde. Todos los males habían salido de ella y habían empezado a ocupar diferentes territorios. A excepción de uno: la Esperanza.
La Esperanza es lo único que no salió de la caja. Pandora, muy apenada por sus actos, confesó lo que hizo. Y, les dijo que, a partir de este momento, lo único a lo que podrían recurrir era la esperanza y, por ende, que esta era la última que se podía perder.
La esperanza como un mal
La esperanza es un bien, claro está, pero también es uno de los males más grandes que la Humanidad puede tener. De hecho, la esperanza es como un gran deseo de algo que no tenemos y, por ende, nos puede llevar a ser de lo más codiciosos. Es por ello que, la esperanza, será siempre positiva o negativa en función de cada uno de nosotros y, por ello, la encontrábamos dentro de esta caja de los males.
Si eres de los que suele albergar esperanza en los peores momentos, puedes estar seguro que esta te ayudará. Pero, el mito nos deja muy claro que no podemos ser envidiosos. No podemos pasar de la línea de la esperanza para obsesionarnos con posesiones o con aquello que no podemos poseer.